Las alemanas nuevamente conquistan el oro y las suecas se quedan con la plata
Las germanas vencieron por 2-1 al binado sueco.
La selección alemana femenina de fútbol conquistó este viernes, por primera vez en su historia, el oro olímpico al imponerse a Suecia por 1-2 en el estadio Maracaná, como hace 768 días lo hizo en este mismo emblemático escenario el equipo absoluto masculino al conquistar el Mundial de 2014.
Los alemanes ganaron la final del Mundial de Brasil a Argentina y este viernes, en el cierre del fútbol femenino de los Juegos de Río de Janeiro, las alemanas escribieron su mejor historia al vencer a Suecia, que se quedó con la medalla de plata.
La formación femenina de Alemania hasta hoy había sumado tres bronces en sus participaciones en Juegos Olímpicos, en Sydney 2000, Atenas 2004 y Pekín 2008.
Suecia también alcanzó un hecho inédito pues desde Atlanta'96, cuando que se insertó el fútbol femenino en la programación olímpica, no había llegado al podio.
Suecia necesitó despertar al ataque tras recibir dos mazazos en la portería de Hedvig Lindahl, quien de ser protagonista en las series de penaltis que clasificó a su selección hasta la final, hoy decepcionó con su falta de firmeza en las manos.
La talentosa número 10 Dzsenifer Marozsan recibió en la entrada del área grande de Suecia un pase raso desde la banda derecha y con fino toque anidó el balón en el poste izquierdo de Lindahl.
Corría el minuto 48 y hasta entonces del primer tiempo había quedado el recuerdo de un juego muy equilibrado en el que Olivia Schough tuvo en sus botas la primera oportunidad de gol para las Blagult a los 9 minutos, y la delantera Anja Mittag desperdició la más clara de Alemania a los 11.
Con la desventaja, Pia Sundhage, introdujo dos cambios sucesivos que solo comenzaron a carburar después del batacazo que significó el gol en meta propia de la central Linda Sembrant.
Un tiro franco explotó en el vertical de la portera sueca y a continuación el balón golpeó la pierna de Sembrant antes de quedar en el fondo de la red a los 62 minutos.
Solo hasta entonces la formación escandinava desplegó un juego ofensivo con Stina Blackstenius como principal referente y la que devolvió la esperanza a los 67 al ganar un balón a sus rivales en el corazón del área alemana.
Los 62.362 espectadores se alinearon con las jugadores del equipo escandinavo con la esperanza de que volvieran a propiciar un empate en el tiempo reglamentario y un alargue de 30 minutos, como ocurrió en los encuentros de cuartos de final y semifinales, en los que eliminó, primero a Estados Unidos, y hace tres días a Brasil.
Horas antes, en Sao Paulo, la selección de Canadá se quedó con la medalla de bronce al imponerse a las anfitrionas brasileñas, que terminaron en el cuarto puesto, pero con las manos vacías.
EFE